2/8/08

LENGUAJE HUMANO - “LENGUAJE” ANIMAL Y COMUNICACION

“El hombre es el único ser vivo que tiene palabra”.

ARISTÓTELES

“Un factor decisivo que determina el paso de la conducta del animal
a la actividad consciente del hombre es la aparición del lenguaje”.

A.R. LURIA

“Cualquiera que se ocupe del estudio de la naturaleza y capacidades
humanas, tendrá que abordar el hecho de que todos los seres
humanos normales adquieren el lenguaje, mientras que ya la adquisición
de sus más elementales rudimentos se encuentra mucho más allá de las
capacidades de un primate por inteligente que sea”.

N. CHOMSKY


¿Es específicamente humana la facultad del lenguaje? ¿Podemos hablar con propiedad de “lenguaje” de los animales?

Nadie puede negar que hay comunicación entre los animales, e incluso, entre éstos y los seres humanos. Los animales emiten y perciben diferentes clases de señales, producen, por ejemplo, ciertas sustancias químicas por medio de las cuales expresan estados orgánicos o condiciones de su entorno.

También es cierto que existen entre los animales señales físicas, como la conocida danza en forma de ocho que realizan las abejas, por medio de la cual se transmiten unas a otras información relacionada con una fuente de alimentación.

Los seres humanos estamos, entonces, compartiendo el mundo con otras comunidades de individuos que también establecen comunicación por medio de señales acústicas, visuales, olfativas, etc. Estas formas de comunicación han hecho pensar en la existencia de un “lenguaje” animal. Experimentos en los cuales se ha demostrado la capacidad de aprendizaje de ciertos primates, han llevado a algunos autores a sostener que “la capacidad para comunicarse por medio de símbolos y sintaxis sí está dentro de las capacidades del simio”.

Han surgido así, entre muchos investigadores, los siguientes interrogantes: ¿Dónde está la frontera entre lo propiamente animal y lo típicamente humano? ¿Puede afirmarse que sólo la especie humana posee la facultad lingüística?
Dar una respuesta adecuada a estas preguntas puede no resultar algo tan simple. Sin embargo, lo que sí debe estar muy claro para nosotros es que entre esas formas de comunicación animal y las comunicaciones propias de las sociedades humanas, existe toda la distancia que separa la naturaleza de la cultura.

Este problema concierne directamente a las relaciones entre filogenia y ontogenia del lenguaje.

“La filogenia del lenguaje es el fenómeno que comprende el origen y la raíz evolutiva universal hipotéticamente subyacente en las relaciones del desarrollo humano, como especie y en comparación con otras especies anteriores o contemporáneas.” [1]

De esta manera, la filogénesis del lenguaje atiende no sólo las transformaciones en el desarrollo evolutivo del lenguaje de los seres humanos, como especie, sino también las relaciones que se pueden establecer entre ese lenguaje humano y las formas de comunicación o “lenguajes” de otras especies.

En cambio, “la ontogenia del lenguaje hace referencia a la adquisición y evolución del lenguaje en las etapas de desarrollo del individuo como tal, prescindiendo de consideraciones de especie”. [2] En este caso, la pregunta clave sería: ¿Cómo adquieren y desarrollan los niños el lenguaje?

Puesto que el asunto de este capítulo es Lenguaje humano - “Lenguaje” animal, debemos vincularlo, por lo tanto, de manera más específica con la filogenia del lenguaje.

Empecemos por reconocer que existen unas características comunes al animal y al ser humano:

1. Ambos participan en situaciones comunicativas.
2. La comunicación se realiza mediante la emisión y recepción de señales asociadas con algún tipo de significado.
3. Estas señales pueden ser la respuesta a una necesidad.
4. Normalmente, las señales se circunscriben al ámbito de cada especie, aunque también existe comunicación entre seres de distintas especies.

Si bien las anteriores son características comunes, es preciso señalar así mismo que el lenguaje humano posee unos rasgos únicos, que lo distinguen cualitativa y cuantitativamente de las diferentes formas de comunicación animal.

En la unidad 3 : LENGUAJE, LENGUA Y HABLA, haremos una alusión más detallada a esas características propias del LENGUAJE VERBAL HUMANO .

Por el momento, vamos a referirnos de manera rápida a cuatro rasgos y detendremos nuestra atención en el quinto rasgo, al cual denominaremos la FUNCIÓN SIMBÓLICA o SEMIÓTICA.

RASGO 1: En el lenguaje humano, no encontramos una base instintiva apreciable. Este lenguaje no es el resultado de un instinto, mientras que el “lenguaje” animal es instintivo e involuntario. Es decir, el lenguaje humano no es una función programada filogenéticamente.

RASGO 2: El lenguaje humano es dígito y además icónico; mientras que el “lenguaje” animal es exclusivamente icónico.

El lenguaje humano es dígito porque es una forma de comunicación basada en signos que “hacen referencia” a objetos o a cosas del entorno. O sea, que las relaciones entre signos y mensajes son arbitrarias, convencionales. Este tipo de lenguaje es aprendido y transmitido en un ambiente sociocultural, sus manifestaciones son voluntarias y controladas.

En cambio, un lenguaje es icónico cuando cada signo representa uno solo y casi siempre el mismo mensaje. El “lenguaje” de los animales es icónico y tiene raíces instintivas, involuntarias, transmisión biológica y no requiere ser aprendido. En muchas ocasiones, este lenguaje expresa estados interiores: el llanto y el grito de dolor, por ejemplo, pertenecen al lenguaje icónico.

RASGO 3: El lenguaje humano, frente al “lenguaje” animal, goza de universalidad semántica. Es decir, el lenguaje humano es desde el punto de vista semántico infinitamente productivo. La universalidad semántica implica la capacidad de transmitir información sobre aspectos, ámbitos, propiedades, lugares o acontecimientos pasados, presentes o futuros, reales o imaginarios, próximos o lejanos.

RASGO 4: El lenguaje verbal humano posee reflexividad o capacidad metalingüística: el lenguaje nos permite reflexionar sobre el mismo lenguaje.

El RASGO 5, la FUNCIÓN SIMBÓLICA o SEMIÓTICA, es de tal transcendencia que se constituye en una respuesta categórica a los siguientes interrogantes: ¿Cuál es la razón de que hablar sea una manifestación propiamente humana? ¿Cuál es el rasgo esencial que permite diferenciar los sistemas lingüísticos del hombre de los sistemas de comunicación animal ?

Por la FUNCIÓN SIMBÓLICA, el hombre puede aprehender cognitivamente la realidad, representarla, transformarla, enriquecerla, referirse a ella. Para Piaget, la función simbólica o semiótica es una capacidad que desarrollamos los seres humanos y que consiste en poder representar algo (un significado cualquiera : objeto, acontecimiento, esquema conceptual...) por medio de un significante diferenciado y que sólo sirve para esa representación : lenguaje, imagen mental, gesto simbólico, etc.

Este rasgo reside en el carácter racional de los seres humanos. El hombre habla porque posee una singular inteligencia y porque es capaz de conocer, de construir un conocimiento ; habla no porque tenga lengua o aparato fonador.

“Lo distintivo del ser humano es ser animal simbólico, animal symbolicum, capaz de convertir en signo todo lo que toca, como atestiguan los juegos infantiles. El hombre, a diferencia de los animales, no está obligado instintivamente a responder al mundo de la naturaleza; su mundo es por ello mucho más amplio y rico que el mundo animal. Gracias al lenguaje, a la religión y a la ciencia, los seres humanos han construido su propio universo, un universo simbólico que les posibilita entender e interpretar, articular y organizar, sintetizar y universalizar su experiencia. En el lenguaje, el hombre descubre un poder inusitado, la capacidad de construir un “mundo simbólico” ”. [3]

Demostrada la trascendencia de este último rasgo ¿resultará temerario concluir que el lenguaje compete de manera propia e intrínseca únicamente al ser humano?

EJERCICIO:

Elabore en su cuaderno un paralelo entre el Lenguaje Animal y el Lenguaje Humano, para discutirlo en la clase del próximo martes.

Elisabeth.


[1] Víctor Miguel Niño Rojas, “Los procesos de la comunicación y del lenguaje”, 3 ed, Santa Fe de Bogotá, ECOE, 1998, p. 8.
[2] Ibid., p. 8.
[3] Francisco Conesa y Jaime Nubiola, “Filosofía del lenguaje”, Barcelona, Herder, 1999, p. 24.

Tomado de : Http://huitoto.udea.edu.co/LenguaMaterna
Universidad de Antioquia

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