2/8/08

LENGUAJE HUMANO - “LENGUAJE” ANIMAL Y COMUNICACION

“El hombre es el único ser vivo que tiene palabra”.

ARISTÓTELES

“Un factor decisivo que determina el paso de la conducta del animal
a la actividad consciente del hombre es la aparición del lenguaje”.

A.R. LURIA

“Cualquiera que se ocupe del estudio de la naturaleza y capacidades
humanas, tendrá que abordar el hecho de que todos los seres
humanos normales adquieren el lenguaje, mientras que ya la adquisición
de sus más elementales rudimentos se encuentra mucho más allá de las
capacidades de un primate por inteligente que sea”.

N. CHOMSKY


¿Es específicamente humana la facultad del lenguaje? ¿Podemos hablar con propiedad de “lenguaje” de los animales?

Nadie puede negar que hay comunicación entre los animales, e incluso, entre éstos y los seres humanos. Los animales emiten y perciben diferentes clases de señales, producen, por ejemplo, ciertas sustancias químicas por medio de las cuales expresan estados orgánicos o condiciones de su entorno.

También es cierto que existen entre los animales señales físicas, como la conocida danza en forma de ocho que realizan las abejas, por medio de la cual se transmiten unas a otras información relacionada con una fuente de alimentación.

Los seres humanos estamos, entonces, compartiendo el mundo con otras comunidades de individuos que también establecen comunicación por medio de señales acústicas, visuales, olfativas, etc. Estas formas de comunicación han hecho pensar en la existencia de un “lenguaje” animal. Experimentos en los cuales se ha demostrado la capacidad de aprendizaje de ciertos primates, han llevado a algunos autores a sostener que “la capacidad para comunicarse por medio de símbolos y sintaxis sí está dentro de las capacidades del simio”.

Han surgido así, entre muchos investigadores, los siguientes interrogantes: ¿Dónde está la frontera entre lo propiamente animal y lo típicamente humano? ¿Puede afirmarse que sólo la especie humana posee la facultad lingüística?
Dar una respuesta adecuada a estas preguntas puede no resultar algo tan simple. Sin embargo, lo que sí debe estar muy claro para nosotros es que entre esas formas de comunicación animal y las comunicaciones propias de las sociedades humanas, existe toda la distancia que separa la naturaleza de la cultura.

Este problema concierne directamente a las relaciones entre filogenia y ontogenia del lenguaje.

“La filogenia del lenguaje es el fenómeno que comprende el origen y la raíz evolutiva universal hipotéticamente subyacente en las relaciones del desarrollo humano, como especie y en comparación con otras especies anteriores o contemporáneas.” [1]

De esta manera, la filogénesis del lenguaje atiende no sólo las transformaciones en el desarrollo evolutivo del lenguaje de los seres humanos, como especie, sino también las relaciones que se pueden establecer entre ese lenguaje humano y las formas de comunicación o “lenguajes” de otras especies.

En cambio, “la ontogenia del lenguaje hace referencia a la adquisición y evolución del lenguaje en las etapas de desarrollo del individuo como tal, prescindiendo de consideraciones de especie”. [2] En este caso, la pregunta clave sería: ¿Cómo adquieren y desarrollan los niños el lenguaje?

Puesto que el asunto de este capítulo es Lenguaje humano - “Lenguaje” animal, debemos vincularlo, por lo tanto, de manera más específica con la filogenia del lenguaje.

Empecemos por reconocer que existen unas características comunes al animal y al ser humano:

1. Ambos participan en situaciones comunicativas.
2. La comunicación se realiza mediante la emisión y recepción de señales asociadas con algún tipo de significado.
3. Estas señales pueden ser la respuesta a una necesidad.
4. Normalmente, las señales se circunscriben al ámbito de cada especie, aunque también existe comunicación entre seres de distintas especies.

Si bien las anteriores son características comunes, es preciso señalar así mismo que el lenguaje humano posee unos rasgos únicos, que lo distinguen cualitativa y cuantitativamente de las diferentes formas de comunicación animal.

En la unidad 3 : LENGUAJE, LENGUA Y HABLA, haremos una alusión más detallada a esas características propias del LENGUAJE VERBAL HUMANO .

Por el momento, vamos a referirnos de manera rápida a cuatro rasgos y detendremos nuestra atención en el quinto rasgo, al cual denominaremos la FUNCIÓN SIMBÓLICA o SEMIÓTICA.

RASGO 1: En el lenguaje humano, no encontramos una base instintiva apreciable. Este lenguaje no es el resultado de un instinto, mientras que el “lenguaje” animal es instintivo e involuntario. Es decir, el lenguaje humano no es una función programada filogenéticamente.

RASGO 2: El lenguaje humano es dígito y además icónico; mientras que el “lenguaje” animal es exclusivamente icónico.

El lenguaje humano es dígito porque es una forma de comunicación basada en signos que “hacen referencia” a objetos o a cosas del entorno. O sea, que las relaciones entre signos y mensajes son arbitrarias, convencionales. Este tipo de lenguaje es aprendido y transmitido en un ambiente sociocultural, sus manifestaciones son voluntarias y controladas.

En cambio, un lenguaje es icónico cuando cada signo representa uno solo y casi siempre el mismo mensaje. El “lenguaje” de los animales es icónico y tiene raíces instintivas, involuntarias, transmisión biológica y no requiere ser aprendido. En muchas ocasiones, este lenguaje expresa estados interiores: el llanto y el grito de dolor, por ejemplo, pertenecen al lenguaje icónico.

RASGO 3: El lenguaje humano, frente al “lenguaje” animal, goza de universalidad semántica. Es decir, el lenguaje humano es desde el punto de vista semántico infinitamente productivo. La universalidad semántica implica la capacidad de transmitir información sobre aspectos, ámbitos, propiedades, lugares o acontecimientos pasados, presentes o futuros, reales o imaginarios, próximos o lejanos.

RASGO 4: El lenguaje verbal humano posee reflexividad o capacidad metalingüística: el lenguaje nos permite reflexionar sobre el mismo lenguaje.

El RASGO 5, la FUNCIÓN SIMBÓLICA o SEMIÓTICA, es de tal transcendencia que se constituye en una respuesta categórica a los siguientes interrogantes: ¿Cuál es la razón de que hablar sea una manifestación propiamente humana? ¿Cuál es el rasgo esencial que permite diferenciar los sistemas lingüísticos del hombre de los sistemas de comunicación animal ?

Por la FUNCIÓN SIMBÓLICA, el hombre puede aprehender cognitivamente la realidad, representarla, transformarla, enriquecerla, referirse a ella. Para Piaget, la función simbólica o semiótica es una capacidad que desarrollamos los seres humanos y que consiste en poder representar algo (un significado cualquiera : objeto, acontecimiento, esquema conceptual...) por medio de un significante diferenciado y que sólo sirve para esa representación : lenguaje, imagen mental, gesto simbólico, etc.

Este rasgo reside en el carácter racional de los seres humanos. El hombre habla porque posee una singular inteligencia y porque es capaz de conocer, de construir un conocimiento ; habla no porque tenga lengua o aparato fonador.

“Lo distintivo del ser humano es ser animal simbólico, animal symbolicum, capaz de convertir en signo todo lo que toca, como atestiguan los juegos infantiles. El hombre, a diferencia de los animales, no está obligado instintivamente a responder al mundo de la naturaleza; su mundo es por ello mucho más amplio y rico que el mundo animal. Gracias al lenguaje, a la religión y a la ciencia, los seres humanos han construido su propio universo, un universo simbólico que les posibilita entender e interpretar, articular y organizar, sintetizar y universalizar su experiencia. En el lenguaje, el hombre descubre un poder inusitado, la capacidad de construir un “mundo simbólico” ”. [3]

Demostrada la trascendencia de este último rasgo ¿resultará temerario concluir que el lenguaje compete de manera propia e intrínseca únicamente al ser humano?

EJERCICIO:

Elabore en su cuaderno un paralelo entre el Lenguaje Animal y el Lenguaje Humano, para discutirlo en la clase del próximo martes.

Elisabeth.


[1] Víctor Miguel Niño Rojas, “Los procesos de la comunicación y del lenguaje”, 3 ed, Santa Fe de Bogotá, ECOE, 1998, p. 8.
[2] Ibid., p. 8.
[3] Francisco Conesa y Jaime Nubiola, “Filosofía del lenguaje”, Barcelona, Herder, 1999, p. 24.

Tomado de : Http://huitoto.udea.edu.co/LenguaMaterna
Universidad de Antioquia

TEORÍAS SOBRE EL ORIGEN Y LA ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE

“En los comienzos del lenguaje, el hecho de poder dar
nombre a las cosas, de poseerlas por medio de la voz,
debió tener para el hombre un encanto maravilloso y en
alguna forma oculto. El mundo comenzó a ser dominado
en virtud de la palabra.
Es revelador que en las viejas historias existan palabras
mágicas que abren puertas, destruyen obstáculos, rinden
voluntades y cuyo secreto no se explica jamás. El prestigio
ancestral de la palabra revive ante las voces extrañas, como
si su particular sonido abriera puertas cerradas en el alma.”

CIRO ALEGRÍA

Sobre el origen...

¿Cuándo surgió el lenguaje? ¿Cuáles fueron las primeras palabras que dijo el hombre? ¿Cuál es la lengua hablada más antigua del mundo? ¿Todas las lenguas se desarrollaron desde una fuente común? ¿Cómo se formaron las primeras palabras? ¿Qué lengua se hablaba en el Paraíso?

Son múltiples los interrogantes sobre el origen del lenguaje y las explicaciones sobre la manera como él surgió. Preguntas que generan inquietud y fascinación, interrogantes que han dado lugar a experimentos y a fuertes controversias cuya historia se remonta 3.500 años atrás.

Durante el siglo XIX, las controversias sobre el origen del lenguaje llegaron a tal punto que en 1866 la Sociedad Lingüística de París se vio obligada a suspender cualquier debate sobre esta cuestión.

Lo cierto es que no poseemos un conocimiento directo sobre los orígenes y el desarrollo inicial del lenguaje. No existe actualmente una hipótesis que pueda considerarse una explicación definitiva sobre el origen del lenguaje humano.

Para algunos investigadores, el lenguaje sería un fenómeno relativamente reciente surgido hace tan solo 30.000 años; para otros, por el contrario, la capacidad simbólica debe retrotraerse hasta 2 o 3 millones de años.

“Desde el punto de vista filogénico y evolutivo, el principal problema es que no existen órganos específicos del lenguaje, de modo que no puede estudiarse cómo han ido evolucionando. Todos los elementos y factores morfológicos y fisiológicos que entran en juego en el lenguaje tienen ya una función biológica distinta: los labios, la lengua, la garganta (incluyendo las cuerdas vocales, que no tienen de suyo función lingüística, sino fonética), los pulmones y el encéfalo. Sabemos que el lenguaje se encuentra vinculado con el encéfalo, es decir, con la corteza cerebral adaptativa. Una lesión en determinadas zonas del encéfalo impide el desarrollo del lenguaje. Pero, aunque hay una vinculación del lenguaje con la corteza adaptativa, la mera existencia de esa corteza no implica la existencia de habla: si el niño no vive en un medio lingüístico, no aprenderá a hablar. Por esto, aunque es cierto que el lenguaje surge en el cerebro humano, por otra parte, el cerebro llega a ser humano, a conformarse de modo humano, precisamente mediante el lenguaje o, en términos más generales, por la cultura y la educación.”[1]

Sobre la adquisición...

“El mundo era tan reciente que muchas cosas
carecían de nombre, y para mencionarlas
había que señalarlas con el dedo”
G. García Márquez, Cien años de soledad.

Al igual que el origen, la adquisición del lenguaje es un tema que ha concentrado la atención de todas las culturas. Filósofos, lingüistas y psicólogos, basados en distintas consideraciones y criterios, han formulado teorías que pretenden explicar la ontogenia del lenguaje.

Las primeras teorías filosóficas sobre el lenguaje adoptaron una perspectiva NATURALISTA, es decir, sostenían la existencia de una relación natural entre los objetos y sus nombres. Las palabras serían, en cierto modo, imitaciones de las cosas (teoría sostenida por Pitágoras y por los estoicos).

Otras teorías, dominantes durante muchos siglos, tuvieron un marcado acento EMPIRISTA: el lenguaje surgiría de las imitaciones que las personas llevaban a cabo de los sonidos del ambiente (las voces de los animales, los sonidos provocados por las reacciones instintivas y emocionales, sonidos producidos espontáneamente por las personas como reacción a los estímulos externos, etc.).

Una grave dificultad de estas últimas teorías es la suposición de que ha habido una evolución en el lenguaje humano, desde el lenguaje icónico al dígito.[2] Si fuera así, debería haber unos idiomas más evolucionados que otros. En realidad, no existen idiomas más complejos o difíciles de aprender que otros : un niño tarda el mismo tiempo en aprender cualquiera de los idiomas existentes si se encuentra inmerso en esa comunidad lingüística.

Además, estas teorías tampoco son capaces de explicar la dimensión sintáctica del lenguaje, es decir, la existencia de unas leyes que rigen el uso del lenguaje. Este es el problema más complejo a la hora de abordar el tema del origen del lenguaje.

Por último, está la teoría sostenida por N. Chomsky y por el estructuralismo contemporáneo, teoría de carácter RACIONALISTA. Para esta teoría, existen unos universales lingüísticos innatos y unas estructuras básicas que aparecen de golpe. Chomsky afirma que “la adquisición de la lengua es en gran parte asunto de maduración de una capacidad lingüística innata, maduración que es guiada por factores internos, por una forma de lenguaje innata que se agudiza, diferencia y alcanza una realización específica a través de la experiencia.”

Sinteticemos en tres los argumentos de esta teoría:
1. El niño aprende su lengua nativa con extraordinaria facilidad y rapidez, y emite y comprende, de manera ilimitada, mensajes que nunca antes había escuchado.
2. Existe en el niño, por lo tanto, una “gramática interiorizada”, una estructura profunda que lo habilita para hacer un uso creativo del lenguaje.
3. Esto explica la existencia de unos universales lingüísticos [3], comunes a todas las lenguas.

Esta teoría ha sido ampliamente discutida. Las críticas filosóficas, psicolingüísticas y estrictamente lingüísticas se han producido en estrecha relación, tanto que en ocasiones es difícil distinguir unas de otras. ¿Con qué puede compararse el aprendizaje del lenguaje para considerarlo fácil y rápido? ¿Es la experiencia lingüística del niño tan pobre y escasa como Chomsky pretende? ¿Realmente la adquisición del lenguaje constituye un modo específico de aprendizaje distinguible de los demás y con requisitos propios? ¿Existen los universales lingüísticos? Pero el asunto capital lo concentra el siguiente interrogante: ¿Se puede confirmar empíricamente el modelo chomskiano de adquisición del lenguaje?

En “los procesos de la Comunicación y del lenguaje”, Niño Rojas (1998 :19 - 22) agrupa en tres las más importantes teorías sobre la adquisición del lenguaje: teorías AMBIENTALISTAS, NATIVISTAS Y COGNITIVISTAS.

1. TEORÍAS AMBIENTALISTAS:
Estas teorías consideran decisivos los factores externos provenientes del entorno y del medio social. Se distinguen dos posiciones: la de los lingüistas (Saussure y el estructuralismo) y la de los psicólogos (Skinner).

Tengamos en cuenta que Saussure consideraba la lengua como la parte social del lenguaje y que, por lo tanto, el niño la iba asimilando poco a poco, como una apropiación de algo procedente del exterior. Skinner, el más notable de los psicólogos conductistas, trató de explicar la adquisición del lenguaje como un mecanismo basado en contingencias de refuerzo que operan sobre el sujeto para propiciar respuestas positivas. Obviamente cabe señalar contra el conductismo que la adquisición del lenguaje no es sólo producto de un mecanismo de estímulo - respuesta.

2. TEORÍAS NATIVISTAS:
O teorías innatistas. Estas teorías dan primacía a los factores internos al sujeto, mentales o biológicos.

Suponen estas teorías que los niños nacen con una capacidad innata de desarrollar el lenguaje (en éstas se inscribiría la teoría racionalista de Chomsky, mencionada anteriormente).

3. TEORÍAS COGNITIVISTAS:
Tanto las teorías ambientalistas como las nativistas le dan una especial primacía al desarrollo lingüístico frente al cognitivo, al lenguaje frente al pensamiento.

Por el contrario, las teorías cognitivistas le otorgan la primacía al desarrollo de lo cognitivo, subordinan el lenguaje al pensamiento. La explicación cognitivista de mayor trascendencia corresponde a la posición de Jean Piaget. Pero también son importantes las teorías de Lev Vygotsky y Jerome Bruner.

Para Piaget, la función simbólica o semiótica [4] está en los orígenes del lenguaje en el niño y se desarrolla previamente al fenómeno lingüístico. Los juegos simbólicos, la imagen gráfica y la imitación diferida son ejemplos donde lo lingüístico pasa a ser parte de una capacidad más amplia, la función simbólica. Según este autor, la inteligencia es anterior al lenguaje, el cual, una vez adquirido, va a servir a lo cognitivo.

Otra tesis típica de Piaget, vinculada con la evolución del lenguaje infantil, es la distinción entre un lenguaje egocéntrico y un lenguaje socializado.

El lenguaje egocéntrico, que cubre el 75% de la producción hasta los tres años, va disminuyendo y tiende a un descenso total después de los siente años, para dar paso al lenguaje socializado.

La actitud egocéntrica supone que el niño hasta el período preoperacional (2 a 7 años) es poco sensible a la función comunicativa del lenguaje, que prescinde de su interlocutor y que más bien habla para sí mismo. Piaget ha señalado tres tipos de utilizaciones egocéntricas: las repeticiones ecolálicas, los monólogos y los monólogos colectivos.

Esta tesis, que Piaget expuso en una de sus primeras obras (El lenguaje y el pensamiento en el niño, 1923), recibió pocos años después una importante crítica por parte de Vygotsky. La posición de Vygotsky es que no tiene sentido distinguir entre un lenguaje egocéntrico y un lenguaje socializado posterior, porque tanto en el niño como en el adulto la función primaria del lenguaje es la comunicación, el contacto social, y en este sentido, las formas más primitivas del lenguaje infantil son también sociales. El discurso egocéntrico aparece cuando el niño transfiere las formas propias del comportamiento social al ámbito de sus funciones psíquicas internas. Así pues, la línea de desarrollo no sería desde el lenguaje individual al social, sino desde el lenguaje social al lenguaje individual.

Vygotsky, además, dio un mayor margen de independencia a la relación lenguaje y pensamiento, ya que, según él, ambos proceden de raíces genéticas diferentes. De esta manera, el lenguaje verbal humano sería el resultado de dos raíces distintas, una natural y otra sociocultural. Vygotsky demostró que el niño en su primera infancia construye en su interacción con el medio físico esquemas representativos, y en su interacción con el medio social, esquemas comunicativos. El lenguaje propiamente dicho resulta de la fusión de estas dos líneas de desarrollo, y en el proceso de interiorización, el lenguaje toma el control de las facultades mentales del hombre para convertirse en pensamiento. [5]

Jerome Bruner, a su vez, considera indisoluble el desarrollo de lo lingüístico y de lo cognitivo. No le otorga importancia a cuál fue primero, puesto que prefiere considerarlos como dos procesos simultáneos, coincidentes.

Para Bruner, es imposible hablar de un desarrollo cognitivo disociado del desarrollo del lenguaje, así como tampoco es posible disociar el lenguaje de la influencia que sobre él ejerce el medio.

Sin lugar a dudas, podemos concluir que la adquisición del lenguaje involucra diversos factores. Las destrezas de imitación, un mecanismo general de aprendizaje y los aspectos cognitivos desempeñan un papel determinante en el curso de esta adquisición. Estudios de psicolingüística y de psicología evolutiva realizados en las dos últimas décadas demuestran que la adquisición del lenguaje no sólo requiere bases cognitivas sino sobre todo situaciones comunicativas. Naturalmente, quedan abiertos muchos interrogantes sobre un tema que aún continúa siendo objeto de investigación.

ESTADIOS DE DESARROLLO, SEGÚN PIAGET



EJERCICIO:

Elabore un mapa conceptual sobre las Teorías del Origen del Lenguaje, para que des tus aportes en clase.

ELISABETH.

[1] Francisco Conesa y Jaime Nubiola, “Filosofía del lenguaje”, Barcelona, Herder, 1999, p. 29.
[2] Recordemos que un sistema de comunicación es icónico si la relación entre el mensaje y la señal es simple y directa. Cada signo representa uno solo y siempre el mismo mensaje: el grito de dolor, el llanto, etc. pertenecen al lenguaje icónico. Este lenguaje es común a hombres y a animales y en ambos casos tiene raíces instintivas y transmisión biológica. El lenguaje propiamente humano es dígito. Un sistema de comunicación es dígito si los mensajes se construyen a partir de elementos diversos entre sí, las relaciones entre signos y mensajes son arbitrarias, convencionales. En el ser humano, además de un lenguaje dígito hay también un lenguaje icónico.

[3] En su obra The problem of Universals in Language, Charles Hockett suministra una variada lista. Menciona, por ejemplo, como en todas las lenguas existen los nombres propios, un elemento para denotar al sujeto que habla y otro que denota al sujeto al cual se habla, elementos cuya denotación depende del contexto extralingüístico (ahora, aquí), etc.
[4] Dice Piaget (1974 :114) : “Existe una función simbólica más amplia que el lenguaje y que incluye, además de los signos verbales, los símbolos en sentido estricto”.
[5] Para mayor información sobre este tema, ver VYGOTSKY, L. S. Pensamiento y lenguaje. Buenos Aires : La pléyade, 1977.



tomado de : http://huitoto.udea.edu.co/LenguaMaterna

23/7/08

LA COMUNICACIÓN

“ No valoramos lo suficiente la importancia de esos
gestos o palabras sutiles que poseen el poder casi
mágico de abrir o cerrar, en un instante, la comunicación
interpersonal. Basta un gesto cualquiera —unos labios
que se fruncen, una mirada que se endurece, un rostro
que se tensiona— para que la dinámica interpersonal
cambie por completo, iniciándose una reacción de
simpatía o, al contrario, una cadena de reproches o un
insoportable silencio. Igual puede suceder con un simple
carraspeo o una mirada de reojo, que de manera inmediata
bloquean la dinámica comunicativa ”.

LUIS CARLOS RESTREPO

Los seres humanos sentimos la necesidad de comunicarnos con nuestros semejantes. Y para ello, hemos desarrollado un complejo sistema de comunicación que trasciende el esquema simple de estímulo y respuesta.

Ese complejo sistema de comunicación producido por el hombre no tiene, por supuesto, un carácter exclusivamente lingüístico. Es más, se ha estimado que en una conversación entre dos interlocutores sólo el 35% del mensaje se realiza en palabras, mientras que el 65% restante es comunicación no verbal.

Sin embargo, no por esto podemos dejar de reconocer que el lenguaje verbal es la forma básica de actividad comunicativa humana. El lenguaje articulado es el modo de comunicación más completo de cuantos dispone el hombre.

Por lo tanto, para el desarrollo de esta temática, queremos advertir, en primer lugar, que nos limitaremos a la comunicación lingüística y, en segundo lugar, que vamos a partir del supuesto de que la comunicación es la función primaria del lenguaje.

Recordemos que la comunicación lingüística es la actividad por medio de la cual, haciendo uso de los signos de una lengua, construimos un mensaje con la intención[1] de alcanzar un objetivo o un propósito fijado de antemano.

También sería bueno que no olvidáramos que la comunicación es producto de la naturaleza social del hombre y que, como tal, se fundamenta en la facultad semiótica ( o función simbólica), de la que ya hemos hablado en unidades anteriores.
COMUNICACIÓN E INFORMACIÓN

Teniendo en cuenta la estrecha relación que guardan, es necesario hacer una distinción entre comunicación e información, ya que son conceptos que se confunden con frecuencia, tal vez porque el primero incluye al segundo.

En términos generales, la comunicación se define como una transferencia de información de un emisor a un receptor. Pero la comunicación no es sólo un proceso de transferencia de información, sino un proceso constructivo que se desarrolla en el tiempo y en el que todos los interlocutores están implicados.

En cambio, si situamos la información en el plano representativo, podemos definirla como el proceso de recolección, acumulación y registro de datos provenientes de un mundo considerado objetivo. En este sentido, este proceso incluye un sujeto que se informa y un objeto sobre el cual se informa.

Durante los años 30 y 40, se generalizó un modelo estándar de la comunicación. Este modelo, influenciado por la psicología conductista, concebía el proceso de la comunicación como un “canal”, es decir, entendía el proceso como una simple descodificación, por parte de un destinatario, del mensaje codificado enviado por un emisor. Este modelo, sin lugar a dudas, no se ajusta a la realidad de las cosas ; puesto que el acto de comunicación humana no consiste simplemente en descodificar un mensaje. Un computador codifica y descodifica sin inmutarse, pero no así los seres humanos. El modelo estándar convertía al destinatario en una máquina pasiva y muda que se limitaba a descodificar.

Se propuso luego un modelo que tenía más en cuenta las intenciones del hablante, un modelo que destacaba la existencia de un feed-back o señal retorno producida por el destinatario : un modelo interactivo. Analógicamente podría compararse con un juego de tenis, en el que el mensaje pone de manera alternada a interactuar a los participantes. Parece que este modelo aún no acentúa de modo suficiente el papel del destinatario.

Se avanzó, entonces, hacia un modelo dialógico, circular, que insiste en dos situaciones : la primera, en que el destinatario no se comporta como un receptor pasivo del mensaje sino que lo interpreta y, la segunda, en que los interlocutores son al mismo tiempo (y no en momentos diferentes) emisor y destinatario.

Tanto en el modelo interactivo como en el modelo dialógico, la comunicación se considera un proceso bidireccional y recíproco. Así entendida, la comunicación trasciende la transmisión de pura información.

Por el contrario, desde el punto de vista de la acción que un sujeto ejerce sobre un objeto, la información se considera un proceso unidireccional y particular.


LA COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA Y LOS ACTOS DE HABLA

Para comprender mejor cómo se realiza la comunicación lingüística, es indispensable identificar primero cuáles son los elementos que intervienen en ella.
En principio, podemos distinguir cuatro elementos fundamentales : emisor, destinatario, enunciado y contexto.

El emisor designa al sujeto que produce intencionalmente un enunciado lingüístico, oral o escrito, en un momento dado. Dicho de otra manera, el emisor es el hablante[2] que con un fin específico hace uso de las palabras en un determinado momento, con el propósito de emitir un mensaje. Es importante destacar que toda comunicación humana tiene una intención o una finalidad.

El destinatario es la persona o las personas a las que el emisor dirige el enunciado y con las que normalmente suele intercambiar su papel en una comunicación de tipo dialogante. El destinatario no es un simple oyente, un sujeto pasivo y mudo, sino aquel elemento que actúa interpretando el enunciado que le ha dirigido el emisor. Mediante la interpretación, el destinatario reconoce la intención del emisor.

El enunciado es la expresión lingüística que produce el emisor.

Finalmente, el contexto o entorno es el conjunto de circunstancias y conocimientos necesarios para comprender el significado y la intención de los enunciados.

En la unidad 10 : LA SIGNIFICACIÓN, mencionamos cuatro tipos de contexto : el semántico, el situacional, el físico y el sociocultural.

Es importante insistir en que el contexto es una entidad variable, no sólo de un acto comunicativo a otro sino también en un mismo acto comunicativo, puesto que las informaciones previas se van ampliando y el conocimiento entre los interlocutores se modifica.
El siguiente cuadro puede ayudarnos a comprender la comunicación lingüística :








Ahora bien, ¿ qué es un acto de habla ? [3]

Un acto de habla es la unidad mínima y básica de la comunicación lingüística. Un acto de habla es la emisión de un enunciado, hecha en las condiciones apropiadas. Así pues, un acto de habla tiene carácter dialógico, porque es producido para un interlocutor con el fin de establecer con él una interacción verbal.

Por lo tanto, un acto de habla es un acto comunicativo que se realiza mediante el uso de una lengua, oral o escrita. En la práctica comunicativa real, no se produce aislado sino que se encadena con otros actos de habla en el proceso discursivo.

Con cada acto de habla, simultáneamente decimos algo, lo decimos en un determinado sentido y producimos unos determinados efectos (ya sea para requerir un objeto, solicitar información, controlar la atención, prometer, negar, dar una orden, ofrecer disculpas, etc.).

Lógicamente no todo acto comunicativo es un acto de habla, puesto que no toda comunicación humana es de carácter lingüístico.

ESQUEMA DEL PROCESO DE LA COMUNICACIÓN

Con el siguiente esquema, vamos a completar el cuadro de la comunicación lingüística :









Como vemos, todos los elementos que participan en un acto de comunicación hacen parte de un proceso estructurado, de un sistema integrado, abierto y dinámico. Intervienen en este proceso los siguientes elementos :

1. Las fases de producción y de comprensión de los enunciados.
2. Los dos actores : el emisor y el destinatario.
3. El código : es el sistema de signos, cuyo conocimiento habilita al emisor para producir los enunciados (el mensaje).
4. El canal : es el medio a través del cual se transmiten los enunciados.
5. El mensaje encodificado : son los enunciados que han sido producidos por el emisor utilizando un código, y con una determinada intención o finalidad.
6. El mensaje descodificado : son los enunciados convertidos por el destinatario en formas comprensibles, en un contenido semánticamente significativo, dotado de una reconocida intención comunicativa.
7. El feed-back o señal retorno : incluye las respuestas, reacciones y efectos del destinatario ante el mensaje. Es la manifestación concreta de la actividad descodificadora o interpretativa del destinatario. Según algunos autores, no es posible sino en ciertos tipos de comunicación. Esto los ha llevado a clasificar las comunicaciones, de acuerdo con el grado de participación del destinatario, en bilaterales o recíprocas y en unilaterales. Para nosotros, toda comunicación, en sentido estricto y pleno, implica reciprocidad.
8. El referente : está constituido por los objetos, seres o fenómenos a los cuales hace alusión el mensaje, por la realidad de la cual se habla en el acto comunicativo.
9. El contexto o entorno : es el conjunto de circunstancias y conocimientos necesarios para comprender el significado y la intención de los enunciados.


CLASES DE COMUNICACIÓN

Presentamos a continuación un cuadro tomado de Niño Rojas (1998 : 41-42) que ofrece una tipología de formas de comunicación humana. En este cuadro, se señala el criterio que hace viable la clasificación, los tipos de comunicación según cada criterio, una breve explicación conceptual y un ejemplo que ilustra la distinción hecha.

Criterio Tipo Explicación Ejemplos

1. Grado de participación * Recíproca * Cambio continuo de * Un diálogo, una
del emisor y del papeles entre emisor conversación, una
destinatario. y destinatario. entrevista.
* Unilateral * No hay cambio de papeles, * Un aviso radial,
sólo se da un ciclo una cartelera, una
comunicativo. valla publicitaria.

2. Tipo de emisor y de * Interpersonal * Interrelación de persona * Una conversación,
destinatario. a persona ; el medio por una entrevista cara
excelencia es el lenguaje a cara.
oral.

* Colectiva * El emisor puede ser una * Una comunicación
persona o una institución televisiva, radial,
y el destinatario una prensa, cine
colectividad.

3. Tipo de código * Lingüística * El medio es el lenguaje * Comunicación oral
natural, apoyado por los y escrita, en todas
códigos paralingüísticos. Sus formas.

* Extralingüística * Empleo de códigos distintos * Comunicación con
al lenguaje. Señales, banderas,
humo, etc.

4. Tipo de mensaje * Privada * No trasciende el ámbito * Conversación,
personal, es cerrada. carta personal.

* Pública * Trasciende lo personal, * Pieza musical,
es abierta, se dirige a un comunicado de
público. prensa, aviso
publicitario.

5. Estilo * Informal * Espontánea y libre, sin * Expresiones
planeación, ni sujeción a corporales, carta
patrones. familiar,
conversación.
* Formal * Se sujeta a patrones o * Texto expositivo,
exigencias establecidas, conferencia,
además de las del código. Etiquetas, cartas
comerciales.


6. Radio de acción * Interna *No trasciende a la comunidad * Catelera,
institución, relativamente , órdenes,
cerrada. memorando.

* Externa * Trasciende a la comunidad * Cuadros en
o institución : es abierta. exposición, avisos
generales.

7. Naturaleza del canal * Oral * De naturaleza vocal-auditiva. * Grabación,
conversación,
mensaje radial.

* Audio-visual * Impresiona al oído y a la * Cine, T.V., video.
Vista.

* Visual * Sólo impresiona la vista. * Libros, signos de
los sordomudos,
tablero, escritos.

8. Dirección * Horizontal * Se da entre miembros de un * Reunión de un
un mismo rango. Sindicato,
diálogos.

* Vertical * Flujo comunicativo entre * Leyes, decretos,
(ascendente o personas de mayor a menor solicitudes.
descendente) rango o viceversa.



9. Extensión del canal * Directa * Se da a través de canales * Proyección en
simples ; implica presencialidad. una sala,
coloquio.

* Indirecta * Se da a través de canales * Periódicos,
complejos, que implican avisos.
cadenas de medios.

“ Comunicarse es hacer cosas con determinadas intenciones en situaciones comunicativas concretas. Estamos ante prácticas comunicativas que no son ajenas a la voluntad de los usuarios, en las cuales el lenguaje, la acción y el conocimiento son inseparables ”.

LOMAS, OSORO Y TUSÓN

TOMADO DE http://huitoto.udea.edu.co/LenguaMaterna

Universidad de Antioquia


BIBLIOGRAFÍA


ÁVILA, Raúl. La lengua y los hablantes. México : Trillas, 1990.

CONESA, Francisco y NUBIOLA, Jaime. Filosofía del lenguaje. Barcelona : Herder,
1999.

DUBOIS, Jean y otros. Diccionario de lingüística. Madrid : Alianza, 1979.

FRÍAS NAVARRO, Matilde. Procesos creativos para la construcción de textos. Santafé de
Bogotá : Magisterio, 1996.

LOMAS, Carlos y OSORO, Andrés (comp.). El enfoque comunicativo de la enseñanza de la
lengua. Barcelona : Paidós, 1993.

LOMAS, Carlos, OSORO, Andrés y TUSÓN, Amparo. Ciencias del lenguaje, competencia
comunicativa y enseñanza de la lengua. Barcelona : Paidós, 1993.

NIÑO ROJAS, Víctor Miguel. Los procesos de la comunicación y del lenguaje.
Santafé de Bogotá : Ecoe, 1998.

PARRA, Marina. Cómo se produce el texto escrito. Santafé de Bogotá : Magisterio, 1996.

TOBÓN, Rogelio. “Comunicar es algo más que informar”, Lingüística y Literatura, (19 - 20),
Medellín, enero - dic, 1991, p.p 34 - 41.

_____________. Estrategias de la comunicación. Medellín : Grupo Impresor, 1997.


[1] Para comunicarnos no basta con transmitir un contenido semántico, sino que también es preciso que el interlocutor reconozca nuestra intención comunicativa.
[2] Aunque es conveniente establecer la diferencia entre emisor y hablante, nosotros vamos a emplear ambos términos para referirnos a quien tiene la función de codificar.
[3] La teoría de los actos de habla fue formulada por el filósofo de Oxford J. L. Austin, en 1962, y desarrollada por el norteamericano J. Searle, en 1964, 1969 y 1975. Explica el uso lingüístico basada en la observación de que cuando producimos un enunciado se realizan simultáneamente tres actos : el acto locutivo —la expresión de una oración con un sentido—, el acto ilocutivo —la fuerza que le damos a esa expresión— y el acto perlocutivo —el efecto que se produce en la audiencia.